En este ensayo general sobre La Comunicación y la experiencia: saber comunicarse no significa
saber de comunicación, Piñuel Raigada nos habla desde lo más básico en el comportamiento y aprendizaje humano hasta los puntos más detallados y escondidos en el estudio profundo de la comunicación dentro de todo lo que abarca el pensamiento humano.
Toca temas que se han visto en las dos lecturas anteriores, sobre la comunicación en los animales y como nos diferenciamos a ellos y nos habla también de La Teoría de la Comunicación. Hasta citan y usan de referencia a Martín Serrano.
A diferencia, de lo que leímos en La Teoría de la Comunicación, aquí ya se empieza a presentar la comunicación y su proceso, desde lo más básico hasta lo más complicado. No tan general, como hablarlo en cuanto a la sociedad y como se afecta la comunicación, pero sino, que es todo lo que ocurre dentro de todo el proceso mental de una persona.
Se habla del comportamiento del ser humano y del aprendizaje que conlleva a ese comportamiento. Es tanto lo que afecta el comportamiento humano, que el estudiar a cabalidad lo que es la comunicación humana, hay que salirse de ella para buscar la ayuda en otras ciencias que nos refuerzen para entenderla mejor.
Los seres humanos ya se comunicaban antes de que surgiera la más mínima inquietud a estudiar la comunicación. Siempre nos hemos comunicado y se habla de que el ser humano se nutre de sus experiencias y conocimientos, causando en él, la necesidad de expresarlo a otra persona. Con ésto, marcan la diferencia entre la comunicación de los simios y la de nosotros. Ellos no pueden comunicar sus experiencias. Su comunicación se basa en la imitación y el aprendizaje de signos y acciones. No pueden ensañarlo a los demás miembros de sus misma especie.
Desde que somos pequeños nos nutrimos de las acciones, sonidos, tonos, entre otras cosas, que vemos de nuestros padres, y de otras personas y cosas que nos rodean. La necesidad es un factor muy importante, que lleva al ser humano a comunicarse.
De ésto pasamos al aprender a hablar, leer, escribir e ir conociendo la historia, lo que pasó antes. Nuestro comportamiento actual es alimentado por lo que aprendemos del pasado. El ser humano busca los acontecimientos pasados para darle sentido a lo que vive ahora. Se menciona que hasta lo que se aprende en el presente influye demasiado en el conocieminto y el como vamos a ver las cosas mañana. Osea, que necesariamente, no solo necesitamos del pasado lejano, sino que lo que acabó de ocurrir hace un segundo, ya es parte de nuestra historia, se añade a nuestro conocimiento y vamos a sentir la necesidad de expresarlo, de comunicarlo.
Fuera de lo básico que ocurre en nuestro proceso de crecimiento, se busca como entender el proceso de comunicación humano, en diferentes ciencias. De aquí pues vamos detallando y definiendo las características lingüísticas, filosóficas, sociales y lógicas, entre otras, para reforzar ese punto de partida ya planteado.
Entonces surge el extenso estudio, de ese gigante que conocemos como comunicación. Ya bien se planteó al principio de la lectura, que no porque sabemos comunicarnos, quiere decir que sabemos de comunicación. La comunicación va más allá de una simple conversación entre dos amigos. Todo va cambiando y por ende, lo que queremos transmitir tiene que ir moldeándose en torno a estos cambios.
Lo que nos falta por aprender está bien lejos en el camino. Un camino, que de seguro, nunca pararemos de caminarlo, porque sus rutas seguirán cambiando, tírandonos en diferentes direcciones. Pero bueno, por lo menos, ya empezamos a caminarlo.
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